El Ficus Carica o higuera es un árbol que los romanos veneraban con devoción. Descubra porqué.

El Ficus Carica, más comúnmente conocido como higuera es un árbol proveniente de Asia que, con el tiempo, se ha convertido en uno de los árboles frutales silvestres más extendidos de la cuenca Mediterránea y el resto del mundo.

La importancia del Ficus Carica o Higuera se remonta miles de años atrás, considerándose uno de los primeros árboles frutales domesticados por el hombre, del que se han encontrado muestras fosilizadas en poblados neolíticos de 9.000 años de edad.

De hecho, es un árbol muy poco exigente en cuanto a las condiciones de riego y terreno en dónde prosperar y es capaz de crecer en terrenos rocosos e incluso muros si las condiciones son las adecuadas, lo que lo convierte en un árbol todo terreno especialmente indicado para jardines en todo tipo de climas.

De corteza grisácea y notablemente lisa y hoja caduca de tamaño considerable, el Ficus Carica o Higuera es un árbol que en su época fue venerado por los romanos como símbolo de fertilidad y properidad. No en vano, en el mito de los fundadores de Roma, Rómulo y Remo, la loba que los amantó, lo hizo a la sombra de una higuera.

Además de toda la mística que supone tener un Ficus Carica en su jardín, su fruto (el higo), le permitirá disfrutar de sabores dulces y naturales justo al alcance de la mano.