Cómo Cuidar de tu Morera Árbol (Morus Alba)
Cuando camines por un terreno arbolado y veas una morera (o sus reveladoras manchas del color de las bayas en la acera), es probable que el árbol que estés observando sea una morera blanca.
De hecho las moreras son hermosas adiciones al paisaje, siempre que se seleccionen y cuiden adecuadamente.
Tanto las variedades rojas como las blancas -así como los híbridos- presentan bayas de aspecto sorprendentemente similar a las moras y poseen hojas de color verde oscuro con bordes dentados.
Las moreras se plantan mejor a principios de la primavera y crecen rápidamente, alcanzando a menudo una altura de 3 a 4 metros en menos de seis años.
Qué Debes Saber Sobre la Morera (Morus Alba)
Los frutos de la morera son una potencia nutricional. Son ricas en fibra (incluida la pectina), vitamina C, hierro y vitamina K.
Para ser una fruta, las moras son bastante ricas en proteínas, ya que una taza de ellas contiene unos 2 gramos de proteínas. También son una fuente importante de calcio, magnesio y otros oligoelementos.
Además de estar llenas de nutrientes, contienen algunas cualidades importantes que promueven la salud. Están llenas de antioxidantes (incluso las variedades de fruto blanco), que ayudan a proteger nuestro cuerpo del estrés oxidativo que puede provocar cáncer y otras enfermedades.
De hecho, en un estudio de investigación de 2017 se demostró que un compuesto aislado que se encuentra en el zumo de moras ayuda a matar las células del cáncer de mama.
Según otro estudio, uno de los pigmentos de las moras ayuda a controlar el colesterol «malo» (LDL) en el organismo.
Consejos para el Cultivo de la Morera
En cuanto a los árboles se refiere, las moreras son bastante tolerantes y adaptables. Se desarrollan a pleno sol, con al menos 5 metros de espacio entre los árboles individuales.
Pueden sobrevivir en muchos tipos de suelo, pero prefieren los suelos sueltos y bien drenados.
Muchas variedades de moreras son algo tolerantes a la sequía y a las heladas. Las moreras blancas y rojas (M. alba y M. rubra) son mucho más resistentes y menos exigentes que las moreras negras (M. nigra).
Cabe señalar que las moreras «blancas» no dan necesariamente frutos blancos, las moreras «rojas» no dan necesariamente frutos rojos y las moreras «negras» no dan necesariamente frutos negros.
Todas las especies pueden dar frutos que van desde el blanco hasta el negro púrpura oscuro. Los frutos blancos son los más dulces, pero no tienen mucha acidez para enriquecer el sabor.
Hábitat y Plantación de la Morera
Las moreras se pueden encontrar creciendo de forma salvaje y asilvestrada.
A menudo, los árboles que crecen en el sotobosque de un bosque no dan muchos frutos porque no reciben mucho sol. A veces, el aclareo del bosque alrededor de una morera silvestre o asilvestrada puede abrir el dosel, aportando más sol al árbol y dando lugar a una cosecha de fruta dulce.
Los árboles silvestres que dan frutos de baja calidad pueden injertarse con variedades más sabrosas para aprovechar el sistema de raíces establecido.
La poda no es necesaria en las moreras, salvo para limpiar las ramas muertas o controlar el tamaño y la extensión del árbol.
Algunas moreras rojas pueden llegar a alcanzar los 18 metros de altura.
Las flores brotan del primer año y de las axilas de la madera más vieja.
Las moreras dejan caer sus frutos durante varias semanas. Las variedades de frutos más oscuros, en particular, pueden provocar un gran desorden.
Procura no plantar una morera cerca de una carretera o acera, o sobre un lugar donde aparques un coche, para evitar las manchas de color púrpura donde no son deseadas.
Cuidados de la Morera Árbol (Morus Alba) que Deberías Tener en Cuenta
Las moreras son árboles fáciles de cultivar, pero no son adecuadas para todos los jardines.
Asegúrate de elegir uno de los muchos cultivares sin semillas disponibles, incluyendo el Morus alba ‘Chapparal’, que es una variedad llorona, y el Morus alba ‘Kingan’, un cultivar muy tolerante a la sequía adecuado para algunas regiones más secas.
Es importante tener en cuenta que las moreras pueden tener raíces muy prolíficas (y de rápido crecimiento).
Planta el árbol lejos de estructuras importantes (como los cimientos, el camino de entrada o el garaje) y de elementos (como tuberías de servicios públicos, sépticas o de alcantarillado) para no correr el riesgo de que las raíces dañen elementos vitales de tu propiedad.
También debes tener en cuenta la altura de madurez del árbol y elegir un lugar donde pueda mantenerse relativamente libre de podas (que le causan estrés) y dejar que haga su trabajo de producir bayas y disfrutar de los muchos frutos que te ofrecerá.
Luz
Las moreras pueden prosperar tanto en condiciones de pleno sol como de sombra parcial, aunque, como ocurre con muchos árboles frutales, más luz equivale a más frutos.
Es probable que una vez que tu planta alcance la madurez sea uno de los ejemplares más altos de tu jardín, por lo que no deberías preocuparte demasiado por la luz a la hora de elegir dónde plantar tu árbol.
Suelo
Las moreras son algo adaptables y pueden lidiar con suelos arcillosos, limosos y arenosos con facilidad, siempre que la mezcla pueda mantener un drenaje suficiente.
Además, los árboles pueden prosperar en un rango de niveles de pH que varían de neutro a ligeramente ácido.
Agua
Riega tu morera en profundidad y con regularidad después de plantarla por primera vez para ayudarla a establecer un sistema de raíces fuerte.
Una vez establecidas, las moreras son bastante tolerantes a la sequía, aunque un tiempo seco prolongado puede conducir a una reducción de la fructificación o a la caída temprana de las bayas (antes de que estén realmente maduras).
Temperatura y Humedad
Dependiendo de la especie, la mayoría de las moreras son resistentes al frío y pueden soportar temperaturas bajas durante el periodo de latencia.
Fertilizante
Las moreras suelen prosperar con una fertilización mínima, aunque pueden beneficiarse de una aplicación anual. Alimenta tu árbol una vez a finales del invierno, utilizando una mezcla equilibrada 10-10-10.
Variedades de Moreras
Las moreras más comunes son:
- Morus Alba: También conocida como morera blanca. Se distingue fácilmente de otros árboles del género gracias a sus frutos blancos con forma de mora. En el comercio de viveros todavía se pueden encontrar varios cultivares que son ornamentales y estériles, lo que los hace aptos para la plantación.
- Morus Rubra: La morera roja es relativamente efímera, con hojas ásperas que son el doble de largas que las de Morus alba y que presentan un envés peludo y grueso. El fruto comienza siendo de color verde claro y luego pasa a ser rojo o púrpura oscuro cuando está maduro. Las moreras rojas suelen ser muy difíciles de encontrar en los viveros.
- Morus Nigra: La morera negra tiene una altura media de 12 metros y sus bayas son de color púrpura oscuro (casi negro) y bastante grandes cuando están maduras.
- Morus australis: También conocida como morera coreana, esta variedad es pequeña. Su follaje es de color verde claro ligeramente brillante y sus frutos varían de un color casi blanco a un rojo intenso y púrpura.
Recolección de Bayas de Morera
Tu morera estará lista para producir frutos después de aproximadamente tres años, y cuando lo haga será mejor que estés preparado para cosechar.
Las moras estarán listas entre junio y agosto, aunque eso no quiere decir que todas alcancen el punto máximo de maduración a la vez. Como regla general, cuanto más oscura sea la fruta, más dulce será su sabor.
Hay que tener en cuenta que las moras son muy tiernas y se aplastan con facilidad. La fruta puede causar un desastre pegajoso si se deja caer al suelo, así que asegúrate de recogerla rápidamente para protegerla de los insectos, la fauna y los daños a la propiedad.
Los dos métodos de recolección de moras son la recogida manual, que puede ser muy tediosa, o la colocación de una lona o sábana vieja bajo el árbol y una buena sacudida. A continuación, se puede recoger la fruta no magullada y preparar cuidadosamente las bayas como parte de la jalea o la mermelada, o congelar las bayas para utilizarlas periódicamente según se desee.
Plagas y Enfermedades Comunes de la Morus Alba
Las moreras pueden tener que enfrentarse a una serie de problemas de plagas, como la mosca blanca o la cochinilla.
La buena noticia es que estos insectos no causan mucho daño a los árboles maduros, ya que son lo suficientemente resistentes, lo cual es bueno porque tratar un árbol grande de 15 metros no es tarea fácil. Si observas signos de infestación en un árbol joven más vulnerable, puedes aplicar un aceite hortícola.
Las Moreras y la «Fiebre de la Seda»
Quizá el uso más famoso de las moreras sea la alimentación de los gusanos de seda. Estas orugas hilanderas de seda comen casi exclusivamente hojas de morera, prefiriendo M. alba.
A finales del siglo XIX y principios del XX, empresarios y agricultores se enteraron del alto precio por libra que alcanzaba la seda y del hecho de que M. alba podía cultivarse ; se volvieron locos plantando moreras y criando gusanos de seda.
Desgraciadamente, su falta de preparación, conocimientos y destreza en el procesamiento de los capullos para convertirlos en fibra de seda, entre otros factores, condujo a una rápida desaparición de la industria de la seda.
Afortunadamente para nosotros, el legado de la «manía de la seda» es la abundancia de moreras M. alba asilvestradas.
Su Propia Morera de Gran Porte Ginart Oleas en Casa
¿Aún no ha descubierto la majestuosidad de las morera y los árboles ornamentales?
En Ginart Oleas nos dedicamos a la venta de árboles ornamentales de gran tamaño. Entre las especies con las que trabajamos se encuentran los olivos ornamentales, ceratonias, quercus o moreras.
Nuestros viveros disponen de una amplia selección de moreras especialmente pensadas para aportar un carácter único a su hogar y su jardín.
Elija su morera y nosotros la enviamos, con todas las garantías, a cualquier rincón del mundo.